El asesino y el héroe

 

Por Juan Cavestany


Paul Simon se encuentra en estos momentos supervisando los ensayos de The Capeman en Nueva York, que se estrena el próximo mes de enero en Broadway y es posiblemente la producción mas esperada de la temporada. A juzgar por los ensayos que han podido verse, el antiguo compañero de Art Garfunkel ha dado con una buena formula para combinar su inconfundible estilo musical con la tradición de Broadway. Pero Simon tiene en sus espaldas una gran presión que no se deriva solo de esas grandes expectativas. Para empezar, la historia que narra el musical es polémica, y no parece haber acuerdo sobre el enfoque.
Al parecer, Paul Simon ha querido convertir a Salvador Agrón en un héroe procesado injustamente, como mandan los cánones del Broadway comercial. Mientras, el músico Rubén Blades, que interpreta al protagonista en su etapa adulta, no quería aceptar esta glorificación del personaje.
The Capeman es una ambiciosa colaboración de grandes egos que por el momento no se han enfrentado abiertamente, no solo los de Simon y Blades, sino también los del premio Nobel Derek Walcott (colaborador en las letras) y al famoso coreógrafo Mark Morris, cofundador del White Oak Project junto a Mikhail Baryshnikov.
¿Atraerá esta musical a la enorme comunidad latina de Nueva York? ¿Sufrirá de las comparaciones con West Side Story? ¿Hará Paul Simon lo mismo para los latinos que hizo para Suráfrica con Graceland? Simon afirma que The Capeman es un proyecto muy cercano a sus experiencias en el que lleva trabajando casi una década y para el cual ha recurrido a sus recuerdos creciendo en el ambiente latino de Nueva York. También cree que el avance de esa comunidad ha sido tan espectacular que hoy han pasado casi a formar parte del “establishment”, y su lugar lo ocupan ahora los nuevos inmigrantes caribeños.


24 de Noviembre de 1997
El País
Página Principal