Nadando en un
estado de trance

por Paul Simon

Nota del editor: El 31 de enero, Philip Glass cumple 80 años. Estamos celebrando el evento pidiendo a algunos de sus colaboradores y colegas que escriban sobre él y su música. Paul Simon contribuyó escribiendo letras a una canción de Glass en su álbum de 1986 Songs from Liquid Days. Encontraras esta semana relatos de Errol Morris, Nico Muhly, David Lang y Laurie Anderson.

Es difícil elegir una obra de Philip Glass y decir que es mi favorita. Mi mente se dirige inmediatamente a la primera vez que vi Einstein on the Beach en la BAM (Brooklyn Academy of Music) y Satyagraha en el Metropolitan Opera - la belleza de las producciones y la orquesta en directo tienen un poder único que deja un recuerdo imborrable. Pero también las películas Koyaanisqatsi y Kundun permitieron que la música se impusiera de un modo igualmente poderoso en un contexto cinematográfico. De las grabaciones de Glass, la interpretación en directo de 2006 de Music in 12 Parts es excepcional e inspiradora por su precisión y por la enorme capacidad de concentración que requiere el conjunto para hacer justicia a esta monumental pieza de cuatro horas de duración.

Como músico, me fascina el uso que hace Glass de la repetición y la simetría. La forma en que rompe sutilmente los patrones cambiando los compases, o tocando compases diferentes (un tres contra dos), para interrumpir la repetición antes de que adormezca la mente. Permite a los oyentes nadar en un estado casi de trance hasta que se introduce un nuevo motivo musical.

Como orquestador, Glass tiene oído para las combinaciones únicas de sonidos, como en su pieza Voices, escrita para órgano y didgeridoo. Sus obras sinfónicas también combinan o contrastan instrumentos y voces de una manera distintiva: Cuerdas y maderas se funden con sintetizadores tocados a un nivel de intensidad que suele asociarse con la música rock.

Su uso de lo que él llama una “pieza final” -una coda corta que no recapitula las líneas melódicas de la pieza precedente más amplia- es una idea que utilizó maravillosamente para concluir mi canción “The Late Great Johnny Ace”. Ese concepto de pieza final ha encontrado su lugar en mis arreglos para los directos, cuando la banda toca un añadido relacionado pero original a una canción, lo que me permite dar forma a finales de secuencias de canciones, o establecer el ambiente para la siguiente melodía.

El talento de Philip Glass se ha extendido a otros géneros musicales más allá de la música clásica, lo que le ha hecho merecedor del reconocimiento de ser el compositor clásico moderno más influyente.


26 de Enero de 2017
www.npr.org
Tradución: The Sound of Simon

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