Escucha mi historia,
tiene un final feliz.
Está dedicada a ti, querida,
es la canción que te envío.
Cha la la la la...
Cada noche me acomodo en mi cuarto,
sintiendo la tristeza silenciosa
de mi corazón solitario.
Y el niño grita desde lo profundo de mí:
¿Por qué no lloras, pequeño? Llora.
Así que lloro, lloro, lloro.
Wow, lloro, lloro, lloro.
Wow, lloro, lloro, lloro.
Pequeño, llora.
Solo en este mundo,
sin esa gran chica,
a veces sentía que no podía seguir.
Y donde fuera que iba,
ese niño dentro de mí
seguía diciendo:
Llora, pequeño triste, llora.
Así que lloro, lloro, lloro.
Wow, lloro, lloro, lloro.
Wow, lloro, lloro, lloro.
Pequeño, llora.
Entonces, cariño, te conocí,
y tú también eras maravillosa.
Parecías entender exactamente cómo me sentía.
Y cuando te besé,
dije “Te amo”
y tú dijiste:
No llores, pequeño. No llores.
Y ya no lloraré, lloraré, lloraré.
No lloraré, lloraré, lloraré.
No lloraré, lloraré, lloraré.
No lloraré.
© Traducción/Translation: The Sound of Simon, 2025