Paul Simon
Habla de su trabajo y de su vida

 

Cristina Bonilla


Si “Graceland”, su anterior álbum, fue un gran éxito, “El ritmo de los santos” está desbordando todas las previsiones. Paul Simon sigue, por tanto, en la cúspide. Y ahora nos habla de su trabajo y de su vida en una de las pocas entrevistas que el famoso músico acostumbra a conceder.

¿Cómo surgió su nuevo álbum, “El ritmo de los santos”?
En cierto modo, es la continuación de los impulsos musicales de África Occidental que provienen de “Graceland”. En realidad, trata de la música y de la cultura de África Occidental en su expresión brasileña. Milton Nascimento, el compositor brasileño, me pidió que hiciera una canción para un álbum suyo y me invitó a Brasil. Fue así como ocurrió.

¿Qué interés le lleva a visitar frecuentemente muchos países?
Bueno, no se puede decir que se haga con espíritu misionero. No es ni siquiera una idea o una elección intelectual. No estoy interesado en mostrar al mundo nuevas culturas ni en rechazar la norteamericana. Simplemente busco los sonidos musicales que encuentro sugestivos. Por supuesto, que existen hechos casuales que te impulsan a viajar a algún lado para oír buena música, y allí te vas.

Otro hecho casual que finalmente cambió su vida fue viajar a Inglaterra en 1964.
Es cierto. Estaba viajando por Europa en mil novecientos sesenta y cuatro recibí una invitación de un amigo mío, David McCausland, para que lo visitara en Inglaterra. Resultó que fui a vivir con él y su familia en Essex durante un año. David y yo compartimos la habitación. Me convertí en otro miembro de la familia. Allí empecé a escribir las canciones que más tarde grabamos Simon y Garfunkel. Esas mismas eran las que yo cantaba en los “pubs” y en los clubs populares. Cantaba por toda Inglaterra y me encantaba hacerlo. Fue una de las mejores épocas de mi vida. Creo que la experiencia de vivir en Inglaterra me enseñó mucho sobre la gente, a respetar su manera de vivir y a no tratar de imponerme. Esto me sirvió mucho cuando empecé a grabar con gente de culturas diferentes.

¿Le gustan los Beatles?
Al principio no. Me gustaban los Beatles, pero no demasiado. Conocí a John Lennon cuando vivía aquí, y me gustaba personalmente.

¿Puede decirme algo de Harper? (El hijo que Paul Simon tuvo de su primer matrimonio y que en la actualidad tiene diecisiete años.)
Somos buenos amigos. Me encanta ser padre. Es un muchacho agradable, listo y gracioso. Está pensando seriamente en ser artista. Toca la guitarra. Incluso actuó conmigo un par de veces durante la gira de “Graceland” en Moscú y en Berlín. Espero que se haga músico porque la música proporciona una vida muy interesante.

Creo que los comienzos son difíciles. Las grandes empresas han tomado a su cargo la industria musical.
He oído eso, pero, en realidad, no me ocupo mucho de la industria musical. Quiero decir que estoy reconocido por mi compañía grabadora. Puedo hacer lo que quiera. De hecho, se me estimula para que haga lo que quiera. Así que no sé cómo resulta todo esto para la gente que está empezando. Oigo a otros hablar de lo duro que es empezar, conseguir un contrato o que toquen tus composiciones en la radio.

¿Hay canciones que lamente haber escrito?
Hay algunas que no me gustan. Por ejemplo, algunas de las primeras que hice cuando era muy joven. Hoy no las haría. Del estilo de “I don’t know ehy I spend my time writing song I don’t believe in”, que escribe en “Kathy’s Song”. La verdad es que traro de tener mucho cuidado y escribir lo que siento. También hice algunos experimentos que no resultaron tan fructíferos como otros, pero por supuesto que se aprende de los errores. De cualquier modo, creo que es bueno arriesgarse. Me apetece, y además es mi instinto natural.

¿Se considera un pesimista o un optimista?
Ciertamente no soy un pesimista, aunque todo el mundo tiene un poco de pesimismo. Soy un optimista. Es la única elección sensata y cuerda. De lo contrario, la visión pesimista se hace real.

¿Escribiría un optimista “This is a lonely live, sorrows everywhere”?
Estaba pensando en un amigo mío que se estaba muriendo.

¿Está usted más enamorado de la idea del amor que de una persona concreta?
Todo lo contrario. Lo mejor de mis canciones es que se refieren a personas reales, a personas específicas, en especial, a Carrie. (Carrie Fisher, la segunda mujer de Paul. Se divorciaron en mil novecientos ochenta y cuatro, pero siguen siendo buenos amigos.)

¿Hay ahora alguna mujer en su vida?
Más de una. Quizá no debiera decirlo.

Durante la gira a Sudáfrica con “Graceland” se vio envuelto en grades controversias. ¿Qué causas políticas identifica con ellas?
En algunos aspectos de mi vida ay actividades políticas. Hace poco fui a Washington para conseguir fondos para ayudar a un candidato negro que compite con un senador racista muy conocido. “Graceland” era muy político. Se consiguió mucho dinero para ayudar a los niños de las ciudades sudafricanas. Pero creo que sería mejor hablar de compromiso social. Pertenezco al Programa de Salud Infantil de Nueva York, dedicado a la asistencia sanitaria de los niños sin hogar. Desde que empezamos este programa hace uno o dos años, hemos ayudado a más de veinte mil niños. (El proyecto fue concebido y financiado por Paul.)

Usted ha declarado que cada vez que una canción suya no tenía éxito se debía a que le habían mentido o había estado mal informado por aquellos en quienes confiaba.  ¿Si se daba cuenta de que alguna canción no era muy buena, la gente que le rodeaba trataba de convencerle de lo contrario?
Bueno, eso es mentir. Creo que lo acertado es dejarme llevar por mis propios instintos. Es bueno preguntar la opinión ajena, pero sería un error no seguir los propios sentimientos o los propios instintos. No creo que la gente me mienta, al menos con la intención de dañarme. En tu trabajo debes escucharte a ti mismo y concederte el tiempo suficiente para tener sobre ti una perspectiva adecuada. Cuando más me equivoqué  fue cuando tomé decisiones sin haberme dado suficiente tiempo para meditarlas.



25 de Octubre de 1990
HOLA




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