El Ojo Del huracán Cuéntanos un cuento de cómo eran las cosas antes. Invéntatelo y escríbelo como si fuera historia. Que trate de Ricitos de Oro y los tres ositos, la personalidad en los mechones de pelo. O de cómo venimos todos del profundo mar verde. Cuando te quede ni demasiado frío ni demasiado caliente, ni muy tonto, ni muy atrevido, cuando esté bien y te sientas contento, entonces tendremos un hogar, por fin un hogar. Un hogar en el país de los sin techo. Por fin un hogar. ¡Oh! ¿Qué vamos a hacer? Nunca escribí nada para ti. El tiempo es tranquilo como el ojo del huracán. Tranquilo como el ojo del huracán. Una historia de susurros. Una sombra de un caballo. Rostros teñidos de negro por la tristeza y el remordimiento. Nube blanca, negro cuervo. El crucifijo y la flecha. El silencio más antiguo resuena bajo el insondable mar verde. Cuando la palabra se convierte en un delito, el silencio conduce al espíritu hasta el otro lado del puente del tiempo. Por el puente del tiempo voy con mi familia y el camino empieza a ser empinado. ¡Oh, Señor! ¿Cómo vamos a rezar? El ángel loco habla durante toda la noche hasta que llega el nuevo día. Tranquilo como un huracán Tranquilo como un huracán Tranquilo como el ojo de un huracán Tranquilo como un huracán. Tranquilo como un huracán. Tranquilo como el ojo de un huracán Tranquilo como el ojo de un huracán ¿Quieres ser un líder? ¿Quieres cambiar las reglas del juego? Dale la espalda al dinero, aléjate de la fama. ¿Quieres ser un misionero? ¿Tienes ese celo de los misioneros? Que un venga un extraño y cambie tu vida. A ver cómo te sientes. ¿Quieres ser un escritor pero no sabes cómo o cuándo? Busca un sitio tranquilo y usa una humilde pluma. Quieres hablar, hablar, hablar de eso. El graznido contínuo de la noche alrededor del océano y de la atmósfera. Bueno, he estado fuera mucho tiempo y parece que aquí hay mucha confusión así que me volveré a marchar una larga temporada. He aquí cómo sigue el cuento: Había una vieja que vivía en un zapato. y mientras hacía en el horno un pastel de canela se quedó dormida en una lavadora y se despertó en el ojo de un huracán. © Traducción/Translation: José María Escudero, 2000   Discografía - Pagina Principal