Hearts And Bones

01.   Allergies
02.   Hearts And Bones
03.   When Numbers Get Serious
04.   Think Too Much (b)
05.   Song About The Moon
06.   Think Too Much (a)
07.   Train In The Distance
08.   Rene And Georgette Magritte
        With Their Dog After The War

09.   Cars Are Cars
10.   The Late Great Johnny Ace

Publicado en Noviembre de 1983.
Referencia:
Warner Bros 923942-1.
Producido por
Paul Simon, Russ Titelman y Roy Halee.
Ingeniero de Sonido:
Roy Halee.
Diseño del album:
Jeri McManus.
Fotografía de Portada:
E.K.T.V.

Ediciones


"Esto empezó siendo mi álbum y luego, después del concierto de Central Park [1981], se convirtió en un álbum de Simon & Garfunkel. Pero Artie y yo pensabamos de manera diferente en ese momento acerca de las armonías. Así que volvió a ser mi disco. La gente estaba esperando un álbum de Simon & Garfunkel, así que no fue bien recibido. Pero me sigue gustando "Hearts and Bones" y "Think Too Much (b)" tiene algunos ritmos que son el comienzo de mi interés por la música africana. siempre quise poner esa canción en un recopilatorio, pero todo el mundo decia que no podia porque no fue un éxito".

Paul Simon (Rolling Stone, 2013)


 

Hearts and Bones por José Luis Ortiz

El álbum que Simon -tal vez a su pesar- concibiera como regreso oficial de Simon & Garfunkel a los estudios de grabación, terminaría convirtiéndose, tras una larga serie de desavenencias, en el quinto trabajo en solitario del neoyorquino, destinado -al menos en intención- a reverdecer viejos laureles, tras la relativa decepción artística y comercial que supuso One-Trick Pony. Para ello, Simon decide emprender un nuevo rumbo en su carrera, tanto en el apartado musical -con nuevos y variados registros- como en las letras, las más personales y autobiográficas, en su conjunto, que haya escrito el neoyorquino, incluso si se comparan con las del álbum Still crazy after all these years, con el que -dejando aparte importantes matices- cabría emparentar este nuevo trabajo.
Desde el punto de vista estilístico, Hearts and bones se caracteriza por una decidida profundización en aquella imaginería novedosa que había surgido en One-Trick Pony. Así, en René and Georgette Magritte… o, parcialmente, en When numbers get serious, Simon retoma la historia surrealista que ya había ensayado en That's why God made the movies; la alusión -contextualizada o no- mediante la yuxtaposición de imágenes, presente, entre otras, en canciones como Hearts and bones o Song about the moon, tiene como precedente el bridge de Long, long day; finalmente, las numerosas imágenes surrealistas, perfectamente integradas en el ámbito de lo real y cotidiano (lo que Simon llama "mezcla de lenguaje coloquial y lenguaje enriquecido"), profundizan en el camino iniciado en el álbum anterior:

Looking back through the cracks in the door
("Mirando a través de las grietas de la puerta", Hearts & bones)

Where do allergies go when it's after the show
And they want to get something to eat?

("¿En dónde se meten las alergias después de la actuación/ cuando quieren ponerse a picotear algo?", Allergies)

Numbers swirling thick and curious:
You can cut them with a knife.

("Los números se agrupan torpes y curiosos:/ se pueden cortar en rodajas", When numbers get serious)

And gravity leaps like a knife off the pavement
("Y la gravedad te hace saltar como un cuchillo delante de la acera", Song about the moon)

Have you ever experienced a period of grace,
When your brain just takes a seat behind your face
And the world begins The Elephant Dance?

("¿Habéis experimentado alguna vez un período de gracia/ durante el cual el cerebro se limita a tomar asiento detrás de la cara/ y el mundo se pone a bailar La Danza del Elefante?", Think too much (A).

Decades gliding by like Indians
("Las décadas pasarán arrastrándose como indios", René and Georgette Magritte...)

What do you think
They have hidden away
In the cabinet cold of their hearts?
The Penguins,
The Moonglows,
The Orioles
And The Five Satins.

("Qué creéis/ que habían escondido/ en el gélido armario de sus corazones?
Los Pingüinos, Los Reflejos de la Luna, Las Oropéndolas y Los Cinco Satenes", René and Georgette Magritte...)

Lirismo y poder narrativo parecen sabiamente combinados en este álbum, con momentos tan excelsos como Hearts and bones o René and Georgette Magritte with her dog after the war. La agudeza irónica, tan característica de Simon, recupera, en parte, el protagonismo perdido en One-Trick Pony. No debemos olvidar, sin embargo, que Hearts and bones está escrito desde una perspectiva seria y reflexiva, desde la cual Simon desarrolla -sin caer jamás en la impudicia- una auténtica confesión sentimental, cuyo leit-motiv no es otro que la tortuosa relación con su -entonces- reciente segunda esposa, la actriz Carrie Fisher. Así, la mitad del álbum aparece directamente inspirada en los avatares amorosos de la pareja (Allergies, Hearts and bones, When numbers get serious y los dos Think too much), mientras que una canción como René and Georgette Magritte..., en el contexto de este álbum, no debe entenderse sino como un homenaje indirecto al matrimonio Simon. El pasado sentimental del autor aparece revivido en historias nostálgicas como Train in the distance, o en breves alusiones, diseminadas a lo largo del disco, en temas como Cars are cars o The late great Johnny Ace. En el caso de Cars are cars, incluso, la distinción tajante entre la uniformidad de las máquinas y la individualidad de los hombres y sus emociones debe ser puesta al servicio, sin duda, de una reflexión más concreta sobre el amor y la pareja, ejemplificada en la agitada vida sentimental del neoyorquino. Contemplada desde la edad adulta, esta vida amorosa se caracteriza por el desengaño (fijémonos en Train in the distance) y la incertidumbre pesimista. En este sentido, una especie de fatalidad planea sobre varias canciones del álbum, transmitiéndonos la sensación de un -más o menos- inminente fracaso. En este sentido, es engañoso el platonismo de la unidad amorosa contenido en la estrofa final de Hearts and bones:

You take two bodies and you twirl them into one
Their hearts and their bones
And they won't come undone

("Si se cogen dos cuerpos y se retuercen hasta formar otro nuevo,/
los corazones y los huesos de cada uno/ no quedarán deshechos")

o en los versos finales de When numbers get serious:
And the numbers all come home,
The four rolls into three,
The three turns into two
And the two becomes a One.

("con los números de vuelta a casa,/ el cuatro se transforma en un tres,/
el tres se vuelve un dos/ y el dos se convierte en/ uno.")

Por el contrario, ya desde el principio se advierten serias inquietudes en el plano afectivo:
My heart can stand a disaster,
My heart can take a disgrace,
But my heart is allergic to the woman I love
And it's changing the shape of my face.

("Mi corazón puede soportar un desastre,/ mi corazón puede asumir una desgracia,/
pero mi corazón es alérgico a la mujer que quiero/ y se me cambia la cara", Allergies)

Saltando al pasado, Train in the distance revive el principio y final del matrimonio de Simon y Peggy Harper. El paso del tiempo ha borrado el dolor de aquel momento, de tal manera que el autor, como muestra de máximo distanciamiento con lo narrado, con suma concisión y utilizando la tercera persona, se limita a levantar acta de unos hechos que -así tratados- parecen serle ajenos por completo. Pero, al mismo tiempo, el narrador ha sabido atenuar, muy hábilmente, esta impresión de frialdad y desapasionamiento mediante sutiles pinceladas de humor, ternura y nostalgia. Una magistral demostración, en suma, de depuración literaria, economía narrativa y dominio de los matices expresivos.
El símbolo del tren, recurrente en la historia de la música popular, es sabiamente utilizado por Simon. Aquí no sólo simboliza el dinamismo y el ritmo (la música, en definitiva), sino también -y principalmente- el continuo fluir del tiempo, en su faceta nostálgica y afectiva.
Hearts and bones es una espléndida canción de viaje que, conscientemente, se mueve en el terreno de la ambigüedad y la contradicción. Así, por ejemplo, el uso de la tercera persona narrativa para relatar un episodio autobiográfico implica, por parte del narrador, una voluntad de distanciamiento que, sin embargo, queda desmentida por la aplicación de ciertos rasgos de estilo: comparaciones, metáforas, adjetivación abundante,... El título mismo de la canción, como ha demostrado José María Escudero, es un juego de palabras a partir de la expresión "rags and bones" (en español, "trapería"), cuyas desagradables connotaciones repercuten negativamente en el -por otra parte- bastante romántico mensaje literal (algo así como: "el amor es la unión de corazones y huesos"). Por poner otro ejemplo: el verso más representativo del texto, "the arc of a love affair", es una hermosa imagen ambivalente, que puede indicar tanto la unión o el encuentro amoroso de los protagonistas como la accidentada trayectoria sentimental de la pareja, abarcando pasado, presente y futuro; un futuro incierto que Simon sintetiza así:

Easy time will determine if these consolations
Will be their reward.
The arc of a love affair
Waiting to be restaured

("El paso del tiempo dirá si este consuelo/ constituirá su recompensa./
El arco de una relación amorosa/ aguarda su reparación")

Hearts and bones plantea, asimismo, el problema de la aceptación mutua:
- Why won't you love
for who I am
where I am?
He said: -'cause that's not the way the world is, baby.
This is how I love you, baby.

("-¿Por qué no puedes quererme/ por lo que soy/ en donde estoy?/ Él le dijo:/
-Porque las cosas no son así, cariño./ Así es como yo te quiero")

Al mismo problema alude -aunque más de pasada- la última estrofa de Think too much (A):
But maybe I Think too much,
And I ought to just hold her,
Stop trying to mold her,
Maybe blindfold her
And take her away.

("Pero quizá pienso demasiado,/ y lo que debería hacer es abrazarla/
y dejar de intentar moldearla a mi gusto./ Quizá debería ponerle una venda en los ojos/ y llevármela")

Esta versión A de Think too much, junto a su complementaria (llamada B), muestra a un Simon que se define a sí mismo como un sujeto en exceso cerebral, cuya tendencia a racionalizar absolutamente todo, incluso sus emociones, le conduce -a menudo- a la inacción. Simon exagera -no sin ironía- cuando remonta a sus años de infancia su precoz "culto a la razón", y parece homenajear -en los versos siguientes- a su admirado Woody Allen:

I had a childhood that was mercifully brief,
I grew up in a state of disbelief.
I started to think too much
When I was twelve going on thirteen,
Me and girls from St. Augustine,
Up in the mezzanine,
Thinking about God.

("Tuve una infancia misericordiosamente breve./ Crecí en un estado de incredulidad/
y empecé a pensar demasiado/ cuando estaba entre los doce y los trece años./
Las chicas del San Agustín y yo/ nos subíamos al entresuelo/ y nos poníamos a pensar en Dios")

Una ironía amarga y ácida abre la segunda parte de Think too much, con una referencia críptica ("the smartest people in the world"), que, como ha señalado José María Escudero, puede señalar "tanto a los psicoanalistas que frecuentó Simon estos años, como a la jet set y a la prensa de Los Ángeles, que tantos titulares le dedicó con motivo de su relación con la Fisher".
Las letras del álbum abordan, secundariamente, otras facetas autobiográficas; entre ellas destacan las alusiones al bloqueo creativo del compositor, presentes en Allergies e, implícitamente, en Song about the moon. Esta última, situada inmediatamente a continuación de la "cerebral" Think too much (B), pretende ser el contrapeso temático de ésta: una canción sobre el amor y el corazón, de hermosas e inquietantes imágenes, toda vez que el símbolo nocturno de la luna (uno de los grandes símbolos románticos, por otra parte) representa el imperio de los sentimientos más oscuros, violentos y apasionados.
Tratándose de un compositor tan poco nostálgico como Simon -al menos, en su época de madurez-, desde ese punto de vista, diríamos que en Hearts and bones Paul Simon derrocha nostalgia: lo hace en Train in the distance, reviviendo los días de su primer matrimonio y utilizando el símbolo del tren para expresar el paso del tiempo; lo hace en René and Georgette Magritte with her dog after the war, al evocar el espíritu de cierta época pasada, ligándola a la música favorita de su adolescencia; lo hace, finalmente, en The late great Johnny Ace, la magistral elegía que cierra el álbum, repasando algunos momentos determinantes de su vida, que coincide -no lo olvidemos- con la historia del rock. Para ser más exactos, The late great Johnny Ace constituye una elegía triple, cuya unidad está sustentada en el hermanamiento ideológico de tres grandes "John" coetáneos de Simon y que encarnan el espíritu de los años 50 y 60: Johnny Ace (símbolo del rock y, por tanto, de la rebeldía juvenil frente a los valores caducos), John F. Kennedy (símbolo de la rebeldía política: la juventud liberal frente al conservadurismo más rancio) y John Lennon, una especie de síntesis de los anteriores. La muerte de Lennon vendría a significar, así, no sólo la extinción de una época henchida de sueños e ideales, sino también -y en consecuencia- la pérdida definitiva de la juventud y sus valores correspondientes. Dicho de otro modo: en The late great Johnny Ace, Simon ha conseguido elaborar la elegía de una época ya extinguida y -en último término- la elegía de su propia juventud. El pesimismo vital que subyace tras la huída nostálgica se hace aún más evidente en esta desoladora elegía, quizá la más desesperanzada canción jamás escrita por el neoyorquino.
Por tanto, es posible afirmar que existe en Hearts and bones, de modo mucho más intensificado que en Still crazy after all these years, una obsesión por el paso del tiempo ("Decades gliding by like Indians", se dice en René and Georgette Magritte...), bien desde la contemplación del pasado experimentado en el propio ser, con todos sus avatares (especialmente los negativos); bien desde un presente conflictivo, sobre todo en el terreno afectivo, o bien, finalmente, desde la incertidumbre ante el futuro, cargada -ciertamente- de oscuros presagios. En suma, un conjunto de ideas que certifican la crisis personal del compositor.
René and Georgette Magritte with her dog after the war reúne los temas esenciales del álbum. Se trata, en efecto, de un canto idealizado al amor y a la pareja, enmarcado en un ambiente de exquisita nostalgia, casi decadente, magníficamente dibujado gracias a una profunda reflexión y singular dominio de los recursos expresivos. Con razón puede hablarse, en este sentido (y no en el hecho anecdótico de haber elegido como protagonista al pintor René Magritte), de una "canción intelectual". Sin embargo, este análisis sólo sería parcial si no advirtiéramos que, en esta canción, Simon alcanza cimas de auténtica sensibilidad, que servirían para desmentir, de una vez por todas, esa idea un tanto tópica de un Simon cerebral y frío: el neoyorquino, en este álbum, juega muy hábilmente con esa idea, sabiendo admitirla y desmentirla a un tiempo. En el texto de René and Georgette Magritte no sólo hay abundancia de ideas y hermosas imágenes, sino también evocación de sensaciones y sentimientos humanos. Es un texto de singular brillo poético, extraordinario equilibrio y una fluidez expresiva sin parangón, absolutamente antirretórico y en el que todos los elementos utilizados provocan sorpresa y novedad, incluso los más nimios. Así, por ejemplo, los nombres de los grupos doo-wop incorporados al texto (The Penguins, The Moonglows, The Orioles, The Five Satins), además de representar, sencillamente , una muestra de admiración a sus respectivas carreras musicales, actúan, sobre todo, como imágenes poéticas, perfectamente integradas en la "lógica" del relato.
En René and Georgette Magritte…, letra y música se funden con asombrosa naturalidad. La música, tan fluida y depurada como la letra, combina el ritmo del vals (con ciertas modificaciones) y los coros doo-wop -recogiendo así el espíritu nostálgico, romántico y decadente del texto-, tomando como fuente de inspiración el pasaje -tan poderoso desde el punto de vista visual- de la pareja bailando a la luz de la luna ("easyly losing their evening clothes,/ they danced by the light of the moon"). Simon crea, de este modo, un ambiente de sencilla exquisitez y refinamiento, potenciando las características expresivas y conceptuales del texto. Los arpegios de guitarra -que son el hilo conductor de las magníficas dos primeras estrofas- recuerdan, por otra parte, a los arpegios de piano utilizados en la canción Ten commandements of love, uno de los grandes éxitos de The Moonglows. En la estrofa final, el neoyorquino emplea un magistral efecto imitativo para describir musicalmente la fonética de la palabra "moonglow", así como su significado (en español, "reflejo de la luna"). El único punto débil de la canción quizá resida en el excesivo esquematismo instrumental de esta última estrofa, pobre en matices y de escaso vigor.
El concepto musical de René and Georgette Magritte no constituye, ni mucho menos, la nota representativa de este álbum, el más electrónico de la carrera -hasta entonces- del neoyorquino y cuyos irregulares resultados tendremos, más adelante, la ocasión de comentar. En su segundo trabajo para la Warner, Simon recurre a importantísimos músicos de sesión, provenientes, de nuevo, del mundo del jazz (con novedades tan sobresalientes como las de Mike Manieri, Al Di Meola, Anthony Jackson o Marcus Miller) y, en menor medida, a estrellas de la música disco (en boga por esos años), como Bernard Edwards o Nile Rodgers, fundadores del grupo Chic.
Hearts and bones es, sin duda, un disco heterogéneo desde el punto de vista musical, en el que conviven diversos estilos, unificados entre sí -como es habitual en Simon- por medio de la fusión.
Los resultados más anodinos o decepcionantes del álbum vienen de la mano de la "disco-music", fundiendo Simon funk y música techno en canciones como When numbers get serious, Cars are cars o la primera versión de Think too much.
Think too much (A), la cara opuesta de la sesuda y dramática versión B, contiene una música ligera y divertida -acorde con el sencillo mensaje que su letra transmite-, sostenida por un potente bajo y enérgicos riffs de guitarra, a cargo de Bernard Edwards y Nile Rodgers, respectivamente. Lo más memorable de la canción pudiera ser una magnífica broma sonora (un nuevo efecto imitativo) que, mediante un cambio de ritmo, imita la pesada "Danza del Elefante". Mejores, en general, son los resultados del cultivo de un suave jazz de fusión, en la línea de álbumes anteriores. La excelente Train in the distance, por ejemplo, cuenta con una hermosa melodía, de gran transparencia y elegancia, y una fantástica coda donde se conjugan, in crescendo, una rica instrumentación (con la incorporación de instrumentos de cámara) y unos coros magistrales (la voz de Simon multiplicada), creando un ambiente grandioso de excepcional belleza. El ritmo de esta coda -así como el de las transiciones y el del inicio de la pieza- imita la marcha acompasada de un tren, sirviéndose Simon de un modelo bastante frecuente en la tradición de la música popular (en A poem on the underground wall, el mismo Simon había recreado rítmicamente la marcha de un tren subterráneo), lo cual no resta personalidad a su labor compositiva.
Por su parte, la segunda versión de Think too much es una pieza de suave "latin jazz", nuevo ejemplo de economía expresiva y adecuación al espíritu de la letra. Su música transmite, en efecto, dramatismo y urgencia, acentuando esa especie de pesadilla de la razón a la que alude el insistente estribillo y que reproduce, muy acertadamente, el obsesivo martilleo de la marimba a lo largo de toda la canción.
Más que decepcionante es Allergies, una pieza de jazz-rock muy comercial, con un estribillo pop absolutamente anodino. Los extraordinarios solos de guitarra de Al Di Meola constituyen, con diferencia, lo mejor de la grabación.
Completan el álbum las canciones Song about the moon, Hearts and bones y The late great Johnny Ace.
Song about the moon, inspirada musicalmente en Bringing it on home to me, de Sam Cooke, es un himno gospel con una bella melodía y un tempo medio de marcha, idea posiblemente sugerida por el poético paseo que proponen los versos iniciales de la canción:

If you want to write a song about the moon,
Walk along the craters of the afternoon,

("Si quieres escribir una canción sobre la luna,/ date una vuelta por sus cráteres al atardecer ...")

Por su parte, Hearts and bones, una de las obras maestras del neoyorquino, se inserta -como su heredera Graceland, Homeward bound, America o Trailways bus- en la tradición de las canciones de amor y viaje, en la que Simon ha producido un conjunto de excepcionales piezas, sin igual en la historia de la moderna música popular.
En Hearts and bones, Simon integra, con absoluta maestría, el folk y la bossa-nova. La canción reposa, básicamente, en las percusiones, como ya ocurriera -por ejemplo- en St. Judy's comet o Me and Julio down by the schoolyard, anticipando, en este sentido, el concepto rítmico de The rythm of the saints. No obstante, el peso de la pieza corre a cargo de dos guitarras acústicas, cuyos complejos acordes son ejecutados, con brillantez y maestría, por Simon y Dean Parks. La canción constituye, además, un nuevo ejemplo de depuración y economía de medios expresivos, hasta el punto de que su importante riqueza instrumental queda sutilmente disimulada. La canción, desarrollada con abundantes modulaciones y cambios de ritmo, concluye con gran energía y decisión, creando el modelo exacto que servirá para cerrar Graceland unos años después.
The late great Johnny Ace constituye una nueva demostración de madurez artística. En esta tenebrosa elegía se conjugan o alternan distintas formas musicales, como el folk, el jazz, el rythm and blues y la música electrónica. Dejando aparte la coda -escrita por Philip Glass-, la estructura musical de la pieza, al igual que la literaria, es tripartita, elaborando Simon un recorrido histórico-musical, paralelo a las experiencias autobiográficas del narrador ("grosso modo", el mismo Simon).
La primera parte, situada en la adolescencia del narrador y enfocada exclusivamente desde la muerte en 1954 del cantante Johnny Ace, es -desde el punto de vista musical- melancólica y sencilla, a semejanza con el rostro del difunto ("with a sad and simple face") e interpretada con la ayuda de la guitarra acústica y un casi imperceptible teclado (el Fender Rhodes de Greg Phillinganes). La segunda parte, correspondiente a la primera juventud del narrador, es -a ritmo de R&B, salpicado de elementos jazzísticos- alegre, despreocupada e, incluso, efervescente, relegándose el tema de la muerte -como corresponde a la edad del protagonista- a una mera referencia secundaria. Las disonancias de un sintetizador de fondo atraviesan, no obstante, las dos primeras partes de la pieza, introduciendo esas pinceladas turbulentas y dramáticas que tiñen de fatalidad incluso el ambiente más festivo. En la tercera parte, correspondiente al presente del narrador ya adulto y centrada únicamente en la trágica muerte de Lennon, los oscuros presagios se cumplen: el sintetizador -ahora en primer plano- transporta a la pieza a la cima del desconsuelo y la desesperanza, que luego se prolonga en la coda.


© José Luis Ortiz

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