Soothe me, cool my fever high
Release my tears and let me cry
I need it so much
It makes you want to get down crawl like a beggar
For its touch
And all the while
It's free as air
Like plants, the medicine is everywhere
Love
Love
Love
We crave it so badly
Makes you want to laugh out loud when you receive it
And gobble it like candy
We think it's easy
Sometimes it's easy
But it's not easy
You're going to break down and cry
We're only here for a season of sunlight
And if you're wondering why
Why
Love
Love
Love
The price that we pay
When evil walks the planet
And love is crushed like clay
When day breaks, hopes
Have come and gone
Just love yourself
And pass it on
Love
Love
Love
Guitarra acústica, Percusión y
Armonio: Paul Simon
Guitarra eléctrica: Bill Frisell
Batería: Steve Gadd
Bajo: Renaud Garcia-Fons
Disco: In The Blue Light
Original: © 1999 Paul Simon (BMI)
Disco: You're The One
Resumen de los cambios de la versión original a la version de 2018:
“Soothe me” (consuélame, alívame) es más emocional que “cool me” (enfríame), lo que acentúa el tono de vulnerabilidad. También le añade una cadencia más suave.
Añade esta segunda linea a la canción, Este verso no está en la versión original. Agrega una dimensión emocional explícita de catarsis, más íntima y confesional.
Aquí hay un cambio de visión existencial: La versión original es más crítica, señalando nuestra insignificancia con tono estoico. En la versión de 2018 hay una imagen más poética y suave, como si aceptara la brevedad de la vida con melancolía, no con resignación..
→ When day breaks, hopes / Have come and gone / Just love yourself / And pass it on
Cierre completamente distinto: En la original el final es duro, político y devastador: habla de odio, guerra, religiones en ruina. Termina con una visión oscura del mundo. En la versión de 2018 es esperanzador y personal. Pasa de lo histórico y global a lo íntimo: una invitación al amor propio y la compasión sencilla, casi como un consejo de vida.
En definitiva la versión de 2018 es más reflexiva y conciliadora. La oscuridad sigue presente, pero hay un giro hacia el consuelo y la acción personal: ámate y compártelo. Simon parece haber reconstruido la canción desde un lugar de aceptación madura, como si el mundo no hubiera cambiado mucho, pero él sí.